Preguntas frecuentes

Los dientes de leche no solo sirven para masticar eficazmente los alimentos (primer paso de una buena digestión y asimilación), sino que permiten al niño hablar claramente, actúan como guías para la buena ubicación de los dientes permanentes de reemplazo.

Este es un planteo frecuente de las madres, quienes quedan sorprendidas cuando se les responde que el calcio y las vitaminas de ninguna manera evitan las caries ni alivian el cuadro ya existente de la boca.

La caries (enfermedad bucal predominante) se produce por algunas cepas microbianas cariogénicas, huésped habitual de la boca, colonizan en algún momento la superficie dentaria en una placa bacteriana los microorganismos descomponen restos alimentarios produciendo ácidos que lesionan el esmalte. Por tanto el diente se descalcifica de afuera hacia adentro y la caries no aparece porque al diente le falte calcio. Una vez establecida la caries esta es progresiva no se autorepara , el odontólogo debe repararla y cuanto antes mejor de allí la importancia de los exámenes bucales tempranos y periódicos.

Eliminar los dulces de la dieta y por sobre todo los de entre comidas (golosinas pegajosas son las que se adhieren mas fácilmente a la superficie del diente). Es importante una buena higiene bucal la cual debe comenzar apenas aparece el primer diente. Atención a los chupetes con miel u otros edulcorantes y a las mamaderas con leche azucarada con las que algunos bebes se duermen. Una acción preventiva de caries es el flúor.

Cuando aprietas los dientes sin necesidad. Presta atención a cómo están tus dientes en este momento... los estas apretando o rechinando? Muchas personas lo hacen sin darse cuenta, o lo notan pero creen que es normal. Pero no lo es. El apretar los dientes cuando no es necesario es lo que llamamos bruxismo, en un principio esto no es grave, pero a largo plazo puede traer serias complicaciones. Se ha descubierto que en la mayoría de los adultos el bruxismo tiene causas psicológicas como estrés o ansiedad. Tiene mucho que ver con la personalidad hiperactiva, agresiva, o competitiva o energía reprimida, pues toda esa tensión se podría reflejar apretando las mandíbulas.

Consecuencias a largo plazo:

  • sensibilidad, dolor y desgaste de dientes
  • retracción encías
  • insomnio
  • dolor de cabeza
  • dolor de oído
  • dolor e inflamación de músculos y tejidos por exceso de presión

Generalmente supone menos molestias e incomodidades que otras intervenciones a nivel bucal. Únicamente causa molestias la herida de la encía durante el proceso de cicatrización. Es muy importante realizar una cuidadosa higiene para evitar posibles infecciones. Por su seguridad generalmente se prescribe antibiótico previo a la cirugía.

En adultos no existe contraindicación respecto a la edad, no es un factor determinante. Es recomendable no colocarlos antes de los 15 o 16 años ya que el maxilar no ha completado su desarrollo. El porcentaje de éxito en la actualidad es de un 95% y en la mayoría de los casos si un implante no se integra se puede sustituir por otro de mayor diámetro solucionado el problema.

Se pueden colocar en cualquier paciente que le falte una o más piezas. Es imprescindible un correcto diagnostico, para ello deberemos evaluar bien el remanente óseo (cuánto hueso hay), para esto se necesita una radiografía panorámica (OPT) y en pacientes con escaso hueso, una tomografía computarizada del maxilar a rehabilitar.

Un implante correctamente colocado tiene una vida útil muy larga.

No, pero son elementos que retienen placa bacteriana por lo tanto si la higiene es incorrecta esto puede suceder.

Usando una contención que puede ser fija o removible